El esfinter

El esfínter es usualmente un músculo con forma circular o de anillo, que permite el paso de una sustancia, de un órgano a otro por medio de un tubo u orificio a la vez que impide su regreso, o sea el culo.

¿Y porque pongo esta introducción…?

Sencillamente porque hoy el sistema laboral está como cualquier esfinter, apretado y eso nos lleva a sufrirlo, padecerlo, y en algunos casos en silencio.

Pero en este caso no existen (conocidas) cremas para aliviar el problema.

Hay un conflicto en la palabra «trabajo» o mejor dicho como definir esa palabra, como darle un significado apropiado y equilibrado, porque el no tenerlo claro nos puede perjudicar en gran manera.

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Trabajos que se convierten en desafíos

Por un extremo los efectos desalentadores de la actual recesión económica. Muchos obreros, oficinistas, y de cualquier otro sector están perdiendo su empleo.

Y si le echamos un ojo a las estadísticas ponen al descubierto una tragedia humana de vastas proporciones.

Uno de los mayores motivos de preocupación en la vida es el trabajo, porque en estos tiempos de crisis económica una de las mayores metas es tener un empleo fijo que garantice el sostén de la familia, lo cual no siempre es fácil, sobre todo porque los encargados de garantizar e imponer unas reformas laborales, hacen poca cosa o nada, de que hoy el tener un trabajo que permita económicamente y te permita tiempo para vivir es nulo o completamente imposible.

Si tienes la gran suerte de encontrar uno, sabes que vas a cobrar lo que marca la ley pero vas trabajar lo que el dueño de la empresa le salga del esfínter, a veces cobras una jornada cuando la haces doble.

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Demasiado por el mismo sueldo

Y si tienes un oficio contrastado con la suficiente experiencia, e intentas establecerte por cuenta propia, prepárate a pasar por veintisiete despachos para solicitar veintisiete permisos, y en algunos has de ir con los pantalones bajados y el esfínter suelto, por que te lo van a arreglar.

Cuando has hecho la suma de los impuestos que has pagado, piensas… ¿Cuantos años tengo que trabajar para considerar un euro como beneficio…?

Impuestos que todos sabemos a donde van, a los bolsillos de corruptos sin medida, sino todo, gran parte de ello.

Por esto el trabajo se ha convertido en el gran reto que tiene la sociedad por delante. No es de extrañar la obesidad, las enfermedades cardíacas, los accidentes laborales, la drogodependencia, la ansiedad, la fatiga y la depresión, entre muchos otros trastornos relacionados con el estrés.

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Largas jornadas

Incluso puede llegar a ser mortal, según un informe, mueren la misma cantidad de personas por exceso de trabajo en Japón que por accidentes de tráfico, este fenómeno conocido como «karoshi» (muerte por exceso de trabajo) es un fenómeno que no es exclusivo de Japón y aquí es donde vemos los dos extremos, que muchas veces no depende de nosotros, luchar por llegar a fin de mes o entregar por subsistir toda nuestra vida a otros.

Algo de cierto había en las palabras del economista inglés Henry George«El hombre que me da trabajo, al que tengo que sufrir, este hombre es mi dueño, llámelo como lo llame.»

17 comentarios en “El esfinter

  1. Excelente critica social, y muy buena para estos tiempos donde el sistema arropa las conciencias de las masas. Me gustaría que también hiciera criticas de mis escritos veo que leyó algunos de ellos, también de la critica se aprende. Hasta luego.

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  2. Pues no, no hay crema que lo arregle ni flotador que lo soporte. Mucho luchar durante años para tener derechos laborales y lo peor ha sido cuando ya se piensa que eso es así, que ya está hecho y que nadie lo puede cambiar, y entonces toma reforma y contrarreforma !!
    Buena descripción de como andamos, saludos

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  3. Qué buena reflexión! En mi familia hay y ha habido asalariados, autónomos, parados, estudiantes e incluso migrantes (extranjeros venidos a España y españoles emigrados a otros países). En realidad, parece que da igual el ámbito laboral en el que uno se mueva y que lo verdaderamente importante es el ámbito social ya que, como ocurre en la naturaleza, los que están en el punto más alto de la cadena alimenticia son los que más posibilidades tienen de sobrevivir y disfrutar de unas mejores condiciones de vida, dedicando buena parte de sus energías a «blindar» su posición e impedir que puedan acceder a ella los «parias». Un saludo.

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  4. Increible, entré justamente para empezar a trabajar en un texto sobre el trabajo.
    Dado que Ser y mi Hacer son intrínsecamente lingüisticos, elegí moverme en la etimologías de «Trabajo», «Ocupación» y especialmente «Oficio» para mostrar como desde el lenguaje nos han impuesto un sentido que obliga al sometimiento y descarta la selección, la elección y en especial la dignificación como posibilidad.
    Creo firmemente, como dice el Sr Millan más arriba, que un replanteo no sólo es necesario sino posible, y que el lenguaje hace, como ha hecho siempre en la historia misma del SER humanos un aporte invaluable.
    Gracias por pensar en voz alta, ayuda a escuchar nuestros propios pensamientos.

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  5. Debido a esa situación, el concepto de trabajo como ha sido planteado desde la Revolución Industrial se ha quedado obsoleto, y por lo tanto es inevitable una reformulación del concepto y con ello una reformulación de las unidades de producción en lo que viene del siglo XXI.
    Esperar trabajar para una empresa consolidada es cada vez más inviable en el ámbito existencial (es decir, personal- sentimental y familiar- y profesional y laboralmente hablando), tal vez por eso se masificarán las unidades productivas de tamaño medio y pequeño (Pymes) y surja, ayudado por el Internet y sus implicaciones, un nuevo modelo de relaciones laborales y económicas. Todo está por verse, pero son las crisis las que permiten replantearse los conceptos anacrónicos y reformular para progresar.

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  6. Opino que el problema del trabajo atiende a un problema de conceptualización de nuestra sociedad. Realmente, lo que entendemos por trabajo remunerado es solo la transformación del concepto de esclavo de la antigüedad por el de esclavo consumidor pseudolibre del presente. De esta forma, la población sigue siendo esclava pero, a la vez, se procura su propio sustento, lo que le obliga a ceñirse a las calamidades laborales y, por otro lado, devolver parte de su sueldo al sistema. Por ejemplo, un gran porcentaje del sueldo del trabajador se reinvierte en el coche, es decir, en el medio de transporte para ir a trabajar. Yo lo encuentro desquiciante y por eso me revelo, yendo a pie. Pero en realidad no hay escapatoria posible, ya que si no aceptas ser esclavo, aceptas ser mendigo. Así lo han diseñado.

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  7. Lo peor es que no va a mejorar. Da igual lo que nos cuenten. No les interesa lo más mínimo. España continua creciendo en exportación desde 2001 pero hay mucho más paro. Histeresis económica de España. Ahora van a empeorar tanto que no tengamos más remedio que aceptar lo que quieran los amos. ¿ Por comida y techo como antes?

    Un saludo.

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  8. El obrero siempre ha estado injustamente sometido y siempre lo estará por mucho que se luche. Mira todos los derechos que hace unas décadas se adquirieron a base de lucha y lo poco que han tardado en borrarlos del mapa. ¿Qué hacer?¿Comenzar de nuevo la lucha? Además de ser una solución costosa y temporal los resultados siempre serán abolidos a la mínima oportunidad. Y para más inri hay otra cuestión más preocupante: ¿Quién hoy en día está dispuesto a luchar?

    Sasludos.

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