Parto de la base que cada persona es muy libre de tomar sus decisiones, pero no olvidemos que cuando tomamos decisiones luego siempre hay un resultado, y este escrito no es una guía para decir si una decisión es mejor que otra, simplemente es mi opinión que puede estar acertada o no.
Saber quién eres y cuales son tus valores morales te ayudará a tomar buenas decisiones cuando te sientas presionado.
Imagínate esta situación: » María lleva diez minutos en una fiesta y, de repente, oye una voz conocida detrás de ella… ¿qué haces ahí sola…?
Cuando mira hacia atrás, ve a su amiga Elena, que viene con dos porros. Le ofrece y le dice…: Ya no eres una niña, puedes divertirte un poco ¿no?
María no quiere tomar drogas, pero tampoco quiere que su amiga piense que es una aburrida, además Elena es una buena chica, si ella lo hace, no será tan malo…»
Si fueras María, ¿qué harías…?
Por eso para tomar buenas decisiones en situaciones similares necesitamos tener una identidad que nos dice quienes somos y cuales son nuestros valores. Tener esto nos protege y nos da fuerzas para controlar nuestra vida en vez de dejar que otros, aunque sea de buena fe, lo hagan.
Saber cuáles son nuestros puntos fuertes, es decir nuestras cualidades nos hará tener más confianza en nosotros mismos.
También el saber cuales son nuestros puntos débiles nos ayudará a luchar contra ellos, por que todos sabemos que una cadena siempre se rompe por el eslabón más débil, no olvidemos que saber quienes somos nos ayudará a ser nosotros mismo.
El ponernos objetivos en la vida hará que no estemos dando vuelta sin sentido, sabremos hacia donde vamos y como llegar, sería igual que cuando coges un taxi, no le pedimos que de vueltas sin sentido, sino que le damos un lugar y prescindiendo si tardamos más o menos, tenemos la vista puesta en el objetivo, poquer creemos en ello y no somos indecisos, no estaremos cambiando constantemente para agradar a nuestros amigos, no seremos un camaleón que cambiaremos de color para adaptarnos al entorno del momento.
Al contrario, seremos fiel a nuestras ideas y sin importar lo que hagan los demás, no perderemos nuestra identidad, no queremos ser como una hoja que el viento hoy la trae aquí y mañana allí, sino un árbol fuerte que aunque la tormenta lo zarandea, no deja su lugar.
Si notamos que nos han «robado» nuestra identidad, tenemos que tomar medidas, por ejemplo notificar el hecho a nuestro cerebro, concretamente a la sección de fraudes, el siguiente paso firmar una declaración en la que nos pidamos una clave para no dejarnos chantajear, hacer nuestra denuncia «policial» y quedarnos con un «informe» para poder presentarlo a aquellos «amigos» que nos quieren ayudar.
Las autoridades, las fuerzas del orden ubicadas en nuestro cerebro, buscarán con afán la manera de impedir más robos de identidad y seremos nosotros mismos.
Esto se convertirá en el mejor método sofisticado que nos protegerá en todo momento de prácticas que si estuviéramos solos o en otro entorno nunca llevaríamos a cabo, como dice el refrán…«los falsos amigos y las deudas siempre llegan sonriendo…»
Y sobre todo, creo también, aprender a hacer conciencia de las consecuencias de nuestras decisiones. Muchas veces preferimos pensar «No pasa nada», cuando en realidad si pasa y pasa mucho.
Me gustaMe gusta
Ese «no pasa nada», en ocasiones es una hipoteca pesada a muchos años vista, gracias, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha gustado lo de los falsos amigos siempre llegan sonriendo…
Me gustaMe gusta
Es verdad, por eso hay que estar muy alerta, gracias, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Supongo que hay gente que se va haciendo una personalidad en base a errores y malas experiencias. Esto es aplicable a hacer todo lo que no le gusta o no quiere, que salga mal y a partir de ahí crearte tu opinión.
A veces somos muy tontos y tenemos que descubrir que el fuego quema por nosotros mismos poniendo encima nuestro dedito y no vale con que ni siquiera nuestro cerebro diga que es cierto, de ahí que cuanto más mayor se es más sabio, pero eso implica tener experiencias, y con las malas aprendes un cojón y te formas una personalidad quieras o no.
Me gustaMe gusta
Pues tienes razón la experiencia tiene un valor incalculable, gracias por estar ahí, un abrazo.
Me gustaMe gusta
Me parece totalmente cierto todo lo que comentas. Actualmente, vivimos en una sociedad en la que la mayoría de personas no tienen una identidad propia y, sobre todo, se dejan influenciar mucho por otros debido a esto. El ejemplo que has puesto de los porros no puede ser más acertado; ejemplos como este abundan en todo momento en las escuelas y entre los adolescentes.
Creo que es muy importante que se haga ver lo que esta ocurriendo, ¡muchas gracias por mostrarlo!
Me gustaMe gusta
Si, ocurre en todos los ámbitos de la sociedad, pero ante esto los jóvenes son los más frágiles, gracias, un abrazo.
Me gustaMe gusta
Muy buena reflexión y muy buena metáfora con nuestras propias fuerzas del orden. Qué lástima que para llegar a tener esta confianza en nosotros mismos antes tengamos que haber procesado unos cuantos informes….aunque eso es crecer no?
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si, muy importante conocernos y actuar en consecuencia, un abrazo.
Me gustaMe gusta
Pues a mi como no se fume los dos porros y se vaya contenta conmigo que no cuente para tomar algo que ni me gusta ni me apetece y ni por ella ni por nadie cambiaría mi manera de pensar respeto a lo que creo mejor para mi y lo mas acertado.
Me gustaMe gusta
Esa es la idea, que tristemente no abunda, gracias, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona