Son las 22:50, de un día cualquiera de los muchos que he vivido, estoy en la terraza disfrutando de un frío moderado que nos regala este lugar donde vivo junto al mar Mediterráneo, es una noche clara, con una luna hermosa que me recuerda que todo sigue igual en algunas cosas, cosas que no envejecen y que cada día nos encontramos, me gustan estos momentos, porque en la soledad de la noche hay más posibilidades de encontrarse con uno mismo, de meditar como ha sido el día, o como han sido los últimos sesenta años, los dos han pasado mas o menos igual de rápido.
Porque puedes recordar como ocho horas atrás cruzabas la calle para ir a comprar el pan o recordar el día que mis padres me escondían entre las maletas, por no poder pagar el billete de un tren que nos traía de Sevilla a Barcelona.
El recordar es volver a vivir, pero si tuviera que recordarlo todo, ya no me quedaría suficiente vida para ello, entonces lo bonito es recordar cosas agradables y no muy extendidas, que te dejan un sabor dulce en la boca.
Recordar esos dos maravillosos hijos que he tenido, que le han dado significado a mi vida y que siempre hasta el día de hoy me he sentido tan orgullosos de ellos porque se han convertido en dos personas serias y responsables y que solo me han reportado alegrías, mi hija que me ha regalado una persona, mi nieta, que es una hermosa niña y que llena mis días, y mi hijo una persona responsable que hoy en día se ha convertido en un referente en el mundo de la música y el espectáculo mundial, (si tienes oportunidad de leerlo, un beso para ti hijo, que estarás de gira por Cartagena de Indias o algún otro sitio de sudamérica.)
Pero aún así, con todas las cosas buenas que tengo, de las que me siento orgulloso y que cualquier persona me podría envidiar, aún así, estoy aquí, en mi terraza solo, y pensándolo bien creo que no es tan malo, porque todos debemos saber en que estación de este viaje de la vida nos encontramos, y ellos deben hacer la suya seguramente en otro tren.
Y me alegra, dentro de mi tristeza, de ser una persona que tengo los pies en el suelo, y aunque últimamente no lo he pasado muy bien, dentro de unas horas volverá a salir el sol y yo estaré allí, junto al mar, para un día más, darle la bienvenida.
«De jóvenes nos las arreglamos para gustar; de mayores, para no molestar.» Pedro Miguel Lamet
Que bello texto!! Definitivamente me hace pensar en algo prometedor, sere mama en próximos meses por primera vez, y se que valdrá la pena … saludos desde el sureste mexicano
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Siempre valdrá la pena el que un milagro se vaya a producir en tu vida, felicidades, y muchas gracias por dedicarme tu tiempo, un abrazo.
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Muy buena reflexión, dicen que «Recordar es vivir»…pero a nuestra edad es dura la soledad en compañía….
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Si, muy dura, gracias, un abrazo.
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Muy lindas palabras, y tan ciertas .. cómo un día nos despertamos y nos damos cuenta que tantos años han pasado … y tan rápido.
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Pues si, así es el tiempo que tenemos, gracias, un abrazo.
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hermoso y motivador gracias por compartir
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Gracias, me alegro que te guste, un abrazo.
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Yo también estoy muy muy orgulloso de ti y de todas las cosas que me has enseñado en estos 33 años…sin ti nada de esto hubiera sido posible… Gracias !! Te quiero !!
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Siempre las gracias a ti hijo, te quiero, cuidate , un millon de besos.
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