Menos de medio ambiente

La actividad humana está alterando la salud del planeta como nunca en la historia. Cuanto más amenazadores se vuelven los problemas como el calentamiento global, mayores son los esfuerzos de los científicos, gobiernos y grupos industriales por hallar una solución.

¿Es la protección del medio ambiente un deber individual? Si lo es, ¿hasta qué punto?

¿Qué siente  al contemplar su estado actual? Es obvio que está sumamente preocupado por la mala administración de los hombres. Por lo tanto, no debemos ser indiferentes a la precaria situación del planeta.

Ahora bien, no debemos concluir que, como con el tiempo se van a solucionar los problemas de la Tierra, nuestras acciones no importan. Sí importan, y mucho. ¿Cómo demostramos que compartimos el punto de vista  sobre nuestro planeta y que apoyamos el propósito de convertirlo en un lugar idóneo para vivir?

Contribuyamos a la limpieza de la Tierra. Las actividades normales del hombre generan cierto grado de residuos; por tal razón, existen ciclos naturales que se encargan de procesarlos, manteniendo así limpios el aire, el agua y el suelo. Nuestros actos deben armonizar con tales procesos. Procuremos, pues, no contribuir innecesariamente a la crisis medioambiental; de esta forma demostramos que amamos nuestro lugar de habitación, cooperando todos en una labor colectiva.

De esta manera hoy procuramos deshacernos de la basura y otros desperdicios de forma rápida y adecuada. Además, tenemos en cuenta que la eliminación de residuos tóxicos requiere un cuidado especial.

Muchos productos de desecho son reutilizables. Obedecer las leyes locales sobre reciclado es una forma de dar apoyo a iniciativas constructivas. Aunque reciclar supone un esfuerzo extra, pone de manifiesto nuestro deseo de tener una Tierra limpia.

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Conservemos los recursos naturales. A fin de satisfacer nuestras necesidades básicas de alimentación, vivienda y combustible, es preciso consumir ciertos recursos naturales. El uso que demos a estos evidenciará si los consideramos importantes o no.

Quizás algunos se sientan con derecho a consumir ilimitadamente la energía u otros recursos. Pero los recursos naturales no se deben derrochar solo porque uno pueda permitírselo o porque estén presentes en grandes cantidades.

Seamos equilibrados. A diario tomamos decisiones que afectan al medio ambiente. Ahora bien, ¿tenemos que llegar al extremo de separarnos de la sociedad para evitar cualquier impacto negativo en la Tierra?

Con todo, conviene pensar en el impacto que tiene en el medio ambiente nuestra elección en campos como las compras domésticas, el transporte y la diversión. Algunas personas, por ejemplo, compran artículos cuya elaboración o funcionamiento causan muy poco daño al ambiente. Otras limitan al máximo su participación en actividades que contaminan o que consumen indebidamente los recursos naturales.

Nadie, sin embargo, debe imponer a otros sus decisiones en esta materia, pues las circunstancias varían según el lugar y las personas.

La gratitud por tener este hermoso planeta, la humildad y el respeto que sentimos por el, deben motivarnos a tratarla con la mayor consideración posible.

11 comentarios en “Menos de medio ambiente

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