Tiempo

“¡Si tuviera un poco más de tiempo!” ¿Quién no ha dicho esto alguna vez? En cierto sentido, el tiempo nos hace iguales a todos: los ricos no tienen más que los pobres, y ni unos ni otros lo pueden almacenar. Se va para no volver. Por eso es tan importante invertirlo sabiamente. Pero ¿cómo?

Establezca sus prioridades. Anote en una lista las cosas que tiene que hacer y divídalas en las que son importantes, las que son urgentes y las que son tanto importantes como urgentes. Ahora, no olvide que hay cosas importantes, como ir a comprar la cena, que no necesariamente son urgentes, y cosas urgentes, como ver su programa favorito desde el principio, que no necesariamente son importantes.

Sea previsor.Así como hay que afilar el hacha antes de usarla, hay que hacer planes con anticipación para aprovechar bien el tiempo. Posponga o cancele las tareas que no son importantes y solo consumen tiempo y energía. Y si ha terminado una tarea antes de lo previsto, ¿por qué no adelanta alguna otra de la lista?

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Simplifíquese. Aprenda a decir no a lo que tiene poca importancia y solo consume tiempo. Llenarse de actividades y compromisos le producirá estrés innecesario y le robará la alegría.

No posponga las cosas ni sea indeciso. . Un agricultor que espera las condiciones perfectas pospone vez tras vez su labor, pero eso le roba tiempo y disminuye su productividad ya que nunca siembra ni cosecha nada. De igual modo, las incertidumbres de la vida pueden llevarnos a posponer nuestras decisiones. O quizás creamos que tenemos que conocer todos los detalles antes de decidirnos. Es cierto que hay decisiones que exigen reflexión cuidadosa.

Querer hacer bien las cosas es digno de alabanza. Pero el perfeccionismo puede conducirnos a la decepción y el fracaso. Por ejemplo, alguien que está estudiando un nuevo idioma debe reconocer que cometerá errores y que aprenderá de ellos. Sin embargo, al perfeccionista le da pánico decir algo mal, lo cual le impide progresar. Es bueno que nuestras expectativas sean razonables.  Las personas modestas no se toman demasiado en serio sus errores, y hasta se ríen de ellos.

Equilibre el trabajo y el entretenimiento.  El adicto al trabajo se dedica tanto a su empleo que no le queda tiempo ni energías para disfrutar de los beneficios. El holgazán, por su parte, prefiere malgastar su valioso tiempo en “un puñado doble” de descanso.

Duerma bien. La mayoría de los adultos necesitan ocho horas de sueño por noche para recuperarse física, emocional y mentalmente. Hablando del beneficio mental, dormir es una excelente inversión de tiempo, pues mejora la concentración y la memoria, lo cual fomenta el aprendizaje. La falta de sueño causa el efecto contrario: contribuye a los accidentes y errores y aumenta la irritabilidad.

Póngase metas realistas. ¿Cuál es el punto? La persona sabia no se deja controlar por los deseos, sobre todo si son poco realistas o imposibles de satisfacer. Por eso no se deja seducir por la publicidad sutil o por las ofertas de crédito fácil. Más bien, aprende a contentarse con lo que realmente puede consegui

Examine sus valores. Los valores nos permiten determinar lo que es importante y vale la pena. Si la vida de uno fuera una flecha, los valores serían el arco que permite apuntarla. Nos ayudan a fijar las debidas prioridades en la vida y a aprovechar bien nuestro tiempo.

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Haga del amor el centro de su vida. El amor es un vínculo perfecto de unión. Sin amor no es posible ser feliz ni sentirse seguro, sobre todo dentro de la familia. Quienes pasan por alto esta verdad y le dan prioridad a cosas como el dinero o una profesión en realidad están arriesgándose a ser infelices.

ALGUNOS DATOS INTERESANTES
50 HORAS
Tiempo que dedica semanalmente el empleado canadiense de término medio a actividades relacionadas con el trabajo, según una encuesta realizada a 25.000 personas.
4 HORAS
Promedio diario de tiempo que los británicos mayores de cuatro años dedicaron a ver televisión en 2011.
8 MINUTOS
Tiempo que dedican diariamente los padres en la India a hablar con sus hijos. Las madres que trabajan fuera dedican once minutos; las que se quedan en casa, más de treinta.
¿CUÁNTO VALE EL TIEMPO?
El psicólogo y escritor Charles Spezzano sugiere que, antes de comprar algo, calculemos cuánto tiempo tendremos que trabajar para ganar el dinero con el que lo pagaremos “y veamos si aún nos parece que vale la pena”.

16 comentarios en “Tiempo

  1. Siempre que se habla de esto (el tiempo es escaso; tempus fugit…), recuerdo al conejo de Alicia en el país de las maravillas, con su reloj a cuestas, gesticulando «¡Ay Dios! ¡Ay Dios! ¡Voy a llegar tarde!».
    Tus consejos son tan sabios como precisos.

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