Viviendo la prórroga

La mayoría dicen que la vida es corta, pero yo creo que es para según qué cosas, sin embargo para otras es demasiado larga, me viene a la mente el símil del fútbol, en el cual dependiendo el resultado falta mucho o falta poco, si vas ganando deseas que se acabe pero si vas perdiendo parece que el tiempo vuela.

Y yo me encuentro en esos momentos en que vas empatado y si no hay novedad antes de los noventa minutos el arbitro concederá una prórroga añadida.

Y  analizando mi «partido» observo en que ha habido momentos en los que he pensado que estaba en situación de marcar un gol pero he fallado y aunque mi intención ha sido la mejor, con mi decisión he perjudicado a los otros diez del equipo, otras veces he corrido a sabiendas que no iba a llegar a alcanzar la pelota y lo único que he logrado ha sido cansarme, pero aún así he continuado corriendo y volviéndolo a intentar.

Ahora veo como mi «entrenador» saca mi número desde el banquillo para sustituirme, de hecho hace bien porque siendo sexagenario como soy ya me encuentro cansado aunque con cierto ánimo todavía.

Se que mañana, si ganamos todos serán halagos y premios pero si perdemos llevarán las críticas y los ánimos para que me retire, es normal hay que darle paso a la gente joven y no me queda otra que colgar las botas.

Dentro de poco nadie se acordará que con mi trabajo y mis goles hemos podido subsistir en primera división, aunque no haya sido en los puestos de cabeza, pero la gente, sobre todo los allegados nunca te perdonarán que no hayas ganado el campeonato, llegará el pitido final y a lo máximo que puedo aspirar es a fracasar moderadamente.