Quién, después de comprar en la pescadería o en la carnicería no le ha dicho al dependiente… ¿Tienes un poquito de perejil?
Pero pocos pensamos lo apropiado que es este.
El perejil, que suele emplearse para decorar los alimentos, contiene vitaminas y minerales en abundancia, indica el rotativo australiano The Sunday Telegraph, que añade: “Una taza aporta más betacaroteno (fuente de vitamina A) que una zanahoria grande, casi el doble de vitamina C que una naranja, más calcio que un vaso de leche, más hierro que el hígado y vitaminas B1 y B2 en grandes dosis”.
Medicinalmente hablando, “el perejil es un magnífico diurético, ya que facilita la eliminación del exceso de líquido en el cuerpo”. Además, alivia ciertas afecciones del hígado, bazo, estómago y aparato urinario. Comerlo fresco —prosigue el periódico— “es una de las formas mejores y más baratas de tener buen aliento”. Con todo, advierte que “en determinados casos, como durante el embarazo, […] plantea riesgos por sus componentes estrogénicos”.
Así que tengamos en cuenta cuando cocinamos de esta maravilla que por regla general no le damos mucha importancia.
«Siembra perejil en mayo, y tendrás pa’ todo el año.» Refrán
Muy buena información, no sabía que fuera estrogénico, ni que tuviera tantas propiedades.
Un beso, Salomón, a partir de ahora, comeré perejil.
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Gracias Zoe, un abrazo.
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Gracias a ti. Un gran abrazo
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Doy fe de ello. Todos, todos los días como perejil —como la vaca come el pasto— y me equilibró la presión arterial, la tenía muy alta y no me bajaba con medicamentos convencionales. Recomendable 100%.
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Pues yo también voy a probarlo, gracias, abrazos.
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¡Y qué frescor da a los alimentos! Casi puede sentirse en la fotografía… 🙂
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Gracias Paola, abrazos.
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Tengo hambre de verdad con esta foto😏
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Jajaja, me alegro, abrazos.
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