…¡¡¡como en mi cama en ningún sitio…!!!
Seguro que en alguna ocasión has dicho esto o algo parecido, y esto es cierto, nos sentimos tan identificado con ella que cuando por circunstancias tenemos que cambiar siempre lo notamos.
Por eso cuando tenemos que adquirir una nueva cama deberíamos tener muchas cosas en cuenta. ¿Cómo elegir la cama correcta?
Antes de adquirir una cama nueva, se recomienda que establezcas tus prioridades, entre ellas, el precio, el tamaño y algunos aspectos que pudieran repercutir en tu salud. Procura dedicar suficiente tiempo a visitar tiendas de prestigio, y solicita toda la información que te sea posible sobre cada uno de los colchones o camas. Dado que muchas veces son caras, no tome decisiones precipitadas.
Posiblemente te costará más acertar la elección si está cansado. Así que lleva ropa cómoda. No tengas reparos en probar las camas. Quítate la chaqueta y los zapatos, y túmbate en cada una de ellas durante unos minutos. Prueba varias posturas para dormir, fijándote especialmente en el apoyo que recibe en los hombros, las caderas y los riñones.
Si la cuidas, seguro que te durará más. Pide consejo a tu proveedor y lee las instrucciones de mantenimiento del fabricante. Una vez en casa, quítale las envolturas de plástico cuanto antes. Así impedirás la formación de vaho, lo que pudiera ocasionar humedad, moho y descomposición. He aquí otros consejos.
Dale vuelta al nuevo colchón de muelles e invierte su posición cada una o dos semanas durante los primeros meses y, después, cada tres meses. Retira la ropa de cama durante al menos veinte minutos todas las mañanas para ventilar el colchón y permitir que desaparezca la humedad que se forma.
Manténlo limpio utilizando un protector lavable. Pasa la aspiradora periódicamente por el colchón y la base para eliminar la pelusa y el polvo. Además, limpia inmediatamente con jabón neutro y agua fría todas las manchas que se produzcan.
Procura no sentarte siempre en el mismo lugar al borde del colchón. No permitas que nadie, ni siquiera los niños, salten sobre él.
Al comprar una cama, no solo inviertes dinero en un mueble; inviertes en un tercio de su vida, lo que puede repercutir notablemente en los dos tercios restantes. Si escoges con prudencia a este amigo de su descanso y lo cuida, él a su vez cuidará de usted.
Tu cama es el mejor de los vehículos porque en ella recorres los mejores sueños.