Ánimo Venezuela
Los Evangelios revelan que cuando Jesús vivió en la Tierra, estuvo en contacto con el mundo de los espíritus. En Marcos 1:23, 24 leemos que “un espíritu inmundo” le dijo a Jesús: “Sé exactamente quién eres”. ¿Sabe que a usted también lo conocen los espíritus? Pero ¿qué conocimiento tiene usted acerca de ellos?
Antes de dar vida a los seres humanos, Jehová creó a miríadas de ángeles. Estos hijos espirituales de Dios son muy superiores a los hombres (Job 38:4-7; Hebreos 2:6, 7). Son seres poderosos y sumamente inteligentes que fueron creados para hacer la voluntad divina. Así lo confirma el salmista que cantó: “Bendigan a Jehová, oh ángeles suyos, poderosos en potencia, que llevan a cabo su palabra” (Salmo 103:20).
La Biblia explica que con el tiempo algunos ángeles se pusieron en contacto con los seres humanos sin la autorización de Jehová. ¿Con qué propósito? El primero de estos ángeles alejó a Adán y Eva del Creador valiéndose de engaños. Esto lo convirtió en Satanás, el Diablo, un calumniador y enemigo de Dios (Génesis 3:1-6).
Posteriormente, otros ángeles “abandonaron su propio y debido lugar de habitación” en el cielo y se hicieron cuerpos humanos para venirse a la Tierra a vivir con mujeres atractivas (Judas 6; Génesis 6:1, 2). Estos ángeles rebeldes y sus descendientes híbridos aterrorizaron a la humanidad. Por su culpa, “la tierra se llenó de violencia”. Pero Dios acabó con toda la gente perversa en el Diluvio de los días de Noé. Es probable que usted haya oído hablar de esa catástrofe (Génesis 6:3, 4, 11-13).
Debido a la inundación, los ángeles tuvieron que desmaterializarse y regresar al mundo de los espíritus. Sin embargo, el Creador no les permitió volver a su lugar original en el cielo, sino que los condenó a una condición degradada, la cual se compara a “hoyos de densa oscuridad” (2 Pedro 2:4, 5). La Biblia llama “demonios” a esos ángeles rebeldes (Santiago 2:19). Y ellos son la fuerza detrás del ocultismo.
¿Qué buscan los demonios?
Los demonios se comunican con las personas principalmente para apartarlas de la adoración del Dios verdadero, Jehová. Los dones o poderes relacionados con el ocultismo no son más que simples distracciones que impiden a sus adeptos obtener conocimiento exacto de Dios y establecer una relación con él.
Podemos descifrar otro de los objetivos de los demonios al analizar lo que sucedió cuando su líder, Satanás, le ofreció a Jesús “todos los reinos del mundo y su gloria”. ¿Qué condición le puso? “Si caes y me rindes un acto de adoración”, dijo el Diablo. En efecto, Satanás y los demonios desean ser objeto de adoración. Sin embargo, Jesús nunca quiso adorar a nadie que no fuera Jehová (Mateo 4:8-10).
En la actualidad, los demonios no suelen abordar a los seres humanos de forma tan directa. Más bien, se valen de medios aparentemente inofensivos, como las bolas de cristal, las hojas de té, los posos (o residuos) del café, las cartas del tarot, los péndulos y los horóscopos para atraer a las personas. ¡No caiga en la trampa! No es cierto que puede abrirse una puerta hacia lo desconocido por medio de misteriosas fuerzas de la naturaleza. La realidad es que los demonios aprovechan la fascinación que genera el ocultismo para atraer y entrampar a las personas y así evitar que adoren a Jehová. Y cuando no logran ese objetivo, a menudo acosan a sus víctimas y procuran hacerles la vida imposible. Si ese es su caso, ¿qué puede hacer para librarse de sus redes?
Cómo puede librarse
No se deje engañar: los espíritus que se comunican con los seres humanos son enemigos de Dios y están condenados a la destrucción (Judas 6). Son unos impostores, unos mentirosos que se hacen pasar por personas que han muerto. ¿Cómo se sentiría usted si descubriera que un amigo suyo es en realidad un impostor que solo quiere hacerle daño? ¿O qué haría si se enterara de que alguien que ha conocido en Internet es un depredador sexual? Pues bien, estar involucrado con los demonios es mucho más peligroso. Debe hacer lo posible para cortar todo contacto con ellos. ¿De qué manera?
Tras aprender lo que las Escrituras dicen sobre el espiritismo, algunos de los habitantes de la antigua Éfeso consideraron necesario destruir sus libros de artes mágicas. La Biblia relata que “los quemaron delante de todos”, aunque costaban una fortuna (Hechos 19:19, 20). Aparte de libros, amuletos y objetos como las tablas ouija, hoy también hay mucha información electrónica relacionada con el ocultismo. Usted debe deshacerse de todo lo que pudiera ponerlo en contacto con los demonios.
(Información citada de la revista Despertar!)
Yo he leído cuanto Grimorio ha caído en mis manos, son libros muy enrevesados y codificados, además que hay mucha paja, pero cuando pillas algo bueno lo es muy bueno. Con el tiempo he aprendido que no necesito de conjuros para convocar a nadie, sino que siempre tengo a mi lado a Mefistófeles (nombre en sí burlesco) esclavizado apuntando todas mis blasfemias contra lo Arquetípico, que se gane mi alma el Diablo. Por otra parte Henrich Heine, máximo exponente de romanticismo alemán, poeta terrorífico y maestro de Becquer dijo: Donde se queman libros tarde o pronto se queman personas. Allan Kardec, Leon Denis, André Luíz, Saint Germain, Eliphas Leví y tantos otros más, enterradosp porque no convienen al mundo por que son amantes de la Verdad. Saludos.
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Extraordinario tu comentario, gracias, abrazos.
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