¿Por qué debe usted desear enfrentarse al desafío de su ambiente? Porque las criaturas que no pueden enfrentarse al desafío que les presenta su ambiente mueren; uno tiene que enfrentarse con buen éxito al desafío si quiere continuar viviendo. De hecho, para que uno disfrute de algún grado de salud y fuerza, para seguir progresando, para evitar la frustración, tiene que hacer frente con buen éxito, a cierto grado por lo menos, al desafío de su ambiente.
En nuestro mismísimo cuerpo tenemos ejemplos de cómo se puede hacer frente al desafío del ambiente. Como usted sabe, mientras mayor sea la altitud a que se esté, menos oxígeno hay en el aire. El cuerpo humano se enfrenta a este desafío de las grandes alturas aumentando el número de glóbulos rojos en la sangre. La gente que vive en lugares muy elevados por lo general tiene el corazón más grande que las demás personas. De manera semejante, la gente que vive en las zonas tropicales tiene más pigmento en su piel para protegerla de los rayos del Sol, los cuales dan más directamente allí.
Hoy no solo sucede que el egoísmo del hombre está convirtiendo su ambiente físico en un ambiente cada vez más nocivo; sobre todo, también el ambiente mental y moral del hombre está siendo contaminado por hombres sin principios morales. Estamos bastante limitados en cuanto a evitar o corregir la contaminación física que nos rodea. Pero, ¿qué hay de la contaminación moral? ¿Podemos enfrentarnos al desafío que representa esto? Sí, podemos hacerlo. ¿Cómo? Básicamente guardando nuestro corazón y ejerciendo dominio propio.
Dando consideración a la relación del hombre con su ambiente, el difunto Dr. Alexis Carrel, biólogo ganador del premio Nobel, declaró lo siguiente en su libro Man, the Unknown: “Cada individuo puede modificar su modo de vivir, crear en torno suyo un ambiente levemente diferente del de la muchedumbre irreflexiva. Puede aislarse en cierto grado, imponiéndose ciertas disciplinas físicas y mentales . . . para adquirir dominio de su cuerpo y mente.” Sí, los hombres tienen una habilidad natural que les permite excluir de su mente ciertas cosas que los rodean.
(Citas de la revista Despertar)
Nosotros desconectamos dormir por la noche a pierna suelta, una comida reconfortante y un rico polvo, así más que excluir desconectamos de lo bueno y lo malo.
Crees que evadirse de la rutina del día a día es positivo enriquece, te limpia, te sana y puedes estar mejor contigo mismo y con los que te rodean?
Me gusta tú post. Sí reflexionar, también hay que dedicar tiempo para meditar… saludos.
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