Es lo que hay…

FIDELIDAD, deber, amor, obligación, devoción. ¿Qué tienen en común esas palabras? Son diferentes facetas o aspectos de la lealtad. La lealtad es una cualidad piadosa que proviene de una devoción sincera. Sin embargo, para muchos hoy día la lealtad significa poco. La fidelidad al cónyuge, las responsabilidades para con parientes de edad avanzada, la lealtad del empleado a su patrono… todo se ve con indiferencia y a menudo se transige en cuanto a ello. ¿Y qué sucede cuando surge un conflicto entre lealtades? Hace poco, un tenedor de libros de Inglaterra perdió su empleo porque al hablar con los inspectores de impuestos les dijo la verdad sobre el estado financiero de su compañía.

Es fácil el sencillamente hablar sobre la lealtad, pero la lealtad verdadera tiene que estar apoyada por acción libre del transigir por temor. Puesto que somos humanos imperfectos, a menudo fallamos en esto. 

Y lealtad, fidelidad, deber, amor, obligación, devoción son palabras y promesas que siempre van inmersas en los discursos prometedores de los electos a puestos de gobernantes, pero tristemente una vez llegan al poder se quedan en solo bonitas palabras, y eso convierte que este mundo sea un lugar peligroso para vivir.

Los pueblos a lo largo del planeta están sufriendo a manos de gobernantes que anteponen su partidismo e incluso su bienestar personal y el de aquellos que los apoyan que hacen que el resto de la población vivan en estado de precariedad, y sea del color que sea esto ocurre una vez y otra y otra, eso sí dejándose una puerta abierta, para que cuando deje el poder pueda tener acceso a un puesto que todavía siga engordándole más y más.

Es lo que hay.