Joder, con la primavera…

¡Madre mía, qué noche…!

Debe ser cierto eso de que la primavera la sangre altera, porque la verdad es que la gente esta noche de fiesta en Sitges, estaba más bien alterada.

Ahora entiendo porque a la calle 1 de Mayo, le llaman coloquialmente la «calle del pecado», porque supongo que como la iglesia está a escasos cien metros, allí pecan y después en la iglesia se confiesan.

La verdad es que esta noche todo estaba muy alterado, y claro se sientan detrás de uno y aunque no ves, pero empiezas a oír ruidos sospechosos y la verdad es que conduces intranquilo y te violenta la situación, con lo que piensas, …coño, ¿no pueden esperar cinco minutos hasta llegar al hotel?, pues no padre empiezan la faena en el taxi, con lo que se origina una situación bastante violenta para el que no está en la fiesta, sino que está trabajando.

Luego cuando llegas, por educación, le abres la puerta para que bajen, y hala… todo el melón al aire, misteriosamente en un trayecto de 500 metros se han perdido unas bragas, lo que son las cosas.

De madrugada me llaman de un hotel para un servicio y me entregan en recepción un sobre y me dicen que el servicio se trata de ir a una farmacia a buscar una medicina que le urge a un cliente, y que la receta va dentro del sobre.

Me apresuro a ir a otro municipio porque en Sitges las farmacias cierran a las once de la noche, llego a la farmacia y le entrego el sobre a una chica joven farmacéutica, ella abre el sobre y lee, a lo que me pregunta… «¿los quiere normal o XL…?»

Le digo…»no entiendo…»

Me contesta… «los condones, normales o XL…»

Patidifuso me quedo, ahora entiendo porque la «medicina» era de urgencia.

Y este es mi trabajo, del todo menos aburrido.