Está comprobado que ser agradecidos reporta tantos beneficios físicos, mentales y emocionales que todos deberíamos tener esta buena costumbre.
Según un artículo de Harvard Mental Health Letter, “la gratitud está íntimamente relacionada con la felicidad. Quienes son agradecidos experimentan sentimientos más positivos, disfrutan de los buenos momentos, tienen mejor salud, enfrentan mejor las dificultades y forjan buenas amistades”.
Para disfrutar de verdadera felicidad, no basta solo con decir “gracias”, tenemos que ser agradecidos. Esto nos protege de pensar que merecemos un trato especial y también nos protege de la envidia y el resentimiento, características que nos alejan de las personas y nos roban el gozo.
Cuando damos las gracias de corazón a alguien que nos hizo un regalo, nos dijo unas palabras amables o nos prestó su ayuda, contribuimos a que se sienta querido y valorado. Hasta los desconocidos reaccionan bien cuando les damos las gracias por un buen gesto, como sostenernos la puerta abierta.
Nuestros sentimientos son un reflejo de nuestros pensamientos.
(Cita de la revista Despertar)
“Siempre hay que encontrar el tiempo para agradecer a las personas que hacen una diferencia en nuestras vidas”.— John F. Kennedy
Me siento agradecido por leerte…Un cordial saludo.
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