Recientemente se preguntó a más de 100.000 personas qué las hacía feliz. La respuesta de la mayoría fue: El tener una relación afectuosa y amorosa con otra persona… en otras palabras, tener una verdadera amistad, un amigo verdadero.
¿No es cierto que la amistad contribuye al disfrute de la vida? La mayoría de nosotros nos codeamos diariamente con multitudes de personas conocidas que nos pasan por el lado, pero es con los amigos que uno puede hallar consuelo y compartir alegrías y pesares.
Es alguien que realmente se interesa en uno, una persona que muestra interés altruista en uno. Uno se siente allegado a esa persona.
Un amigo verdadero es leal. Aunque nadie más comprenda a uno, su amigo lo comprenderá.
Todos necesitamos a alguien con quien compartir nuestros sentimientos. Nuestras alegrías se duplican cuando podemos compartirlas con un amigo. Nuestros pesares disminuyen cuando un amigo compasivo está dispuesto a escucharnos.
Sin embargo, una encuesta halló que la mayoría de las personas pueden contar a sus amigos verdaderos con los dedos de una mano. Peor aún, algunas personas no tienen amigos verdaderos. Estas viven una vida muy solitaria, y este problema ha alcanzado proporciones epidémicas.
(Datos de la revista Despertar)
“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos”
Los amigos escasean. Solo sabes que existen cuando los necesitas. Y en ese momento te conviertes es un “apestao”. El que aparece es p puede ser amigo.
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Es así, muchas gracias, un abrazo.
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¡Excelente entrada! Una oda a la amistad…Un cordial saludo.
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