Como sabéis he estado unos meses de vacaciones en Brasil y por tanto hace días que no escribo, ahora ya he vuelto a casa y lo que toca es seguir con la rutina del día a día y ni que decir tiene lo mucho que he disfrutado por las tierras del Amazonas.
Seguro que no puedo explicar con palabras todas las sensaciones vividas en estos días, pero hay algo que me ha hecho pensar mucho y es el orden que tiene la naturaleza, sus seres vivos, sus ríos, su clima e incluso las personas que habitan esta parte de la tierra.
Siempre había oido decir que nosotros vivimos en la civilización y que ir a la selva conlleva numerosos peligros, pues bien…¿porqué me he sentido más seguro en la selva que en mi ciudad…?
Aquí en la ciudad donde vivo, en Sitges, ciudad turística y tranquila te encuentras con gente maleducada, gente que te piden un servicio de taxi y que cuando llegas al destino salen corriendo y no te pagan, o grupo de jóvenes que se montan en el tren y van destruyendo asientos y todo lo que encuentran a su paso, conductores violentos, gente que te roba el teléfono móvil en el metro por no hablar de la violencia de género, padres que matan a sus hijos y un largo etcétera.
Sin embargo en la selva se nota un perfecto orden, los animales viven y se protegen unos a otros, y por supuesto que tienen sus instintos pero respetan si tú no rompes esas distancias de seguridad.
Os puedes asegurar que se le saltan a uno las lágrimas cuando te puedes bañar en aguas limpias, cuando no encuentras basuras, cuando la flora la ves contenta y feliz.
Por esto no dejo de preguntarme… Dónde está la civilización?
Bienvenido al ruedo; chaval!!
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