A pesar de lo que mucha gente piensa, los padres influyen más en los niños y adolescentes que sus propios compañeros. “Los niños siempre buscan primero la guía de los adultos que tienen más cerca para comprender el mundo que les rodea y encajar en él. Solo recurren a otras personas cuando saben o perciben que nosotros no queremos dedicarles tiempo ni atención.
Lo que han confirmado décadas de investigación no debería sorprendernos: los niños que crecen en familias donde se habla abiertamente de temas como la sexualidad toman mejores decisiones, se responsabilizan de sus acciones y, quizás más importante, posponen conductas potencialmente peligrosas”
Por esto a pesar de que estés educando a tu prole, piensa que el también te ve, en silencio, cuando regateas los impuestos, cuando te pasas un semáforo en rojo, cuando disimuladamente escondes algo que a la cajera del supermercado se le ha pasado por alto.
Si es así, no culpes a tu hijo si hace lo mismo, no hagas el cangrejo.