Es una misión muy delicada, que en el mejor de los casos, siempre fracasas, el hablar sobre las creencias religiosas, es entendible, porque cuando se cree en algo pensamos que estamos en poder de la verdad absoluta, aunque todos sabemos que eso está muy lejos de ser verdad.
La religión ha cometido tantos desmanes a manos de tanto mangante que cuesta creer a alguno, yo personalmente me indigno cuando veo por televisión tanto predicador en estado catatónico con el único objetivo de vaciar los bolsillos de sus fieles, y con sueldos millonarios pagados por cadenas televisivas, y no dudo que pueda haber alguno honrado, pero en la mayoría de ocasiones este adjetivo dura muy poco y entra en la escuela de mangantes y cía.
Yo personalmente soy una persona creyente, que no practicante, y creo en que hay un ser superior, pero simplemente es lo que creo, y no voy a muerte con eso porque no puedo demostrarlo, pero pienso que si, que debe haber algo o alguien que maneja los hilos desde arriba.
Y sobre todo creo en todas aquellas personas altruistas que se entregan de por vida por los demás sin pedir nada a cambio, esos si que tienen mi aplauso y mi reconocimiento, pero me sobran los que gritan a través de un micrófono, los que besan el suelo y cogen a niños en brazos pero que su visita vacía las arcas del país en cuestión, de aquellos que usan las escrituras, tergiversándolas, para amedrentar a la población y así tenerlos encadenados.
Parece ser que no han leido lo que dijo Jesús,…«Recibieron gratis, den gratis…»