
He pasado la “Navidad” en Brasil, concretamente en la zona de Amazonas y os puedo decir que es totalmente diferente a las costumbres de Europa.
En cuanto al aspecto religioso no varía mucho, se ha perdido el espíritu que lleva su nombre y se diferencia en el aspecto social.
En España las familias se reúnen, el anfitrión prepara grandes comidas y está muy presente el impresionar a los invitados, el que sea una comida que se recuerde y los invitados haciendo cábalas para que la próxima en su casa la pueda superar.
Grandes cantidades de marisco, cochinillo o cabrito al horno y de la mejor procedencia, eso hará que la cena esté a la altura.
Aquí, a medida que se acercaba la hora se acercaban amigos y conocidos con cerveza, carnes y demás.
Pues bien la cena consistió mucha cerveza, un pollo a’last o asado y algo de carne, buena conversación, sin el cuñado sabelotodo y después un buen baño en la piscina.
Había menos comida por supuesto pero mucho más amor y sinceridad.

Me gustó.
Precisamente porque la mesa no era lo importante sino un ambiente sincero y leal.
Que genial. Acá mi tía preparó milanesas y sus amigos trajeron pescado. Juegos, anécdotas y risas. La pasamos genial.
Un abrazo desde Paraguay!
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¡Qué estupenda experiencia! Espero que nos sigas contando más sobre tu viaje. Un abrazo.
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Siiii, muchas gracias, un abrazo.
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