Los expertos estaban convencidos de que sabían de lo que hablaban. A la persona con problemas matrimoniales le aconsejaban: “Usted tiene que pensar en su propia felicidad. No se preocupe por los niños; ellos se adaptan. Les resulta más fácil asimilar el divorcio que vivir con ambos padres cuando estos no se soportan”.
Sin embargo, algunos consejeros que antes abogaban por el divorcio han cambiado de opinión. Ahora admiten: “El divorcio es una guerra en la que nadie sale ileso, ni siquiera los niños”.
La siguiente trama serviría para una popular comedia de televisión. Un matrimonio se divorcia. La madre consigue la custodia de los hijos y se casa con un viudo que también tiene hijos. Cada semana, a esta familia disfuncional le surge algún problema absurdo que acaba resolviendo en los treinta minutos que dura el capítulo, siempre con una buena dosis de humor.
Estas situaciones pueden resultar entretenidas en televisión, pero en la vida real, el divorcio no es cosa de broma: es un proceso muy doloroso. El libro Emotional Infidelity (Infidelidad emocional), de M. Gary Neuman, dice: “El divorcio es un litigio; una persona demanda a otra. En el momento que usted decide divorciarse, está renunciando al control sobre sus hijos, pero también sobre su dinero e incluso sobre su vivienda. Quizás logre resolver esas cuestiones recurriendo a la mediación, pero quizás no. Al final, puede que sea un juez —un completo desconocido— quien decida con cuánta frecuencia se le permitirá ver a sus hijos y cuánto dinero le corresponderá. Por desgracia, ese desconocido no piensa exactamente como usted”.
A menudo, el divorcio solo sustituye unos problemas por otros. La vida cambia con relación a la vivienda, la situación económica y demás, aunque generalmente no para mejor. Y no solo eso, también hay que pensar en los efectos que el divorcio tiene en los hijos.
El divorcio puede causarles mucho daño a los hijos, sin importar su edad. Hay quienes opinan que los adolescentes salen mejor librados, pues son más maduros y, al fin y al cabo, ya están en el proceso de independizarse de sus padres. Sin embargo, los especialistas consideran que sucede justo lo contrario, que precisamente por esos factores, los adolescentes son los más vulnerables.Piense en lo siguiente:
▪ A medida que se abren camino hacia la vida adulta, los adolescentes se sienten muy inseguros, incluso más que cuando eran niños. No se deje engañar por su aparente afán de independencia; a esa edad necesitan más que nunca la estabilidad familiar.
▪ Justamente en una etapa de la vida en que los adolescentes están aprendiendo a entablar amistades sólidas, el divorcio les enseña a ser escépticos ante valores como la confianza, la lealtad y el amor. Por ello es posible que de adultos eviten todo tipo de relación estrecha.
▪ Es común que los hijos, prescindiendo de la edad, demuestren su dolor de alguna manera. Pero en el caso de los adolescentes, el problema es que tienden a hacerlo recurriendo a la delincuencia, la bebida, las drogas u otras conductas de riesgo.
Esto no significa que los adolescentes cuyos padres se divorcian estén condenados a sufrir problemas emocionales o de otro tipo. Pueden convertirse en adultos estables, especialmente si mantienen contacto con ambos padres. Ahora bien, es ingenuo pensar que, como dicen algunos, el divorcio siempre será lo mejor para los hijos o que acabará con toda la tensión que existe entre los cónyuges. A veces se tiene que tratar más con el cónyuge “intolerable” después del divorcio que antes, y las cuestiones son más polémicas, pues tienen que ver, entre otras cosas, con la manutención o la custodia de los hijos. En esos casos, el divorcio no elimina los problemas familiares, solo los transforma.
«Divorciarse es como ser atropellado por un camión de cuatro ejes, si sobrevives a ello, empiezas a mirar con cuidado a derecha e izquierda.»
Soy hijo de padres divorciados a los 14. En base a mi experiencia creo que la separación puede llegar a ser una salida necesaria (si las demás no sirven o no se utilizan) cuando una pareja es disfuncional.
Yo he vivido un proceso de divorcio complicado, doloroso y destructivo que aún hoy a mis 25 años está sin cerrar del todo (cuestiones con el piso – en el que yo aún vivo ya que estoy forjando mi independencia económica – ).
El gran problema del tema es que ¿cómo van a resolver bien y ponerse de acuerdo un proceso de ruptura aquellas personas que no han gestionado bien una convivencia? Por ese motivo existe la vía judicial que crea un «acuerdo» cuando las partes no son capaces.
Cada familia, cada relación de pareja y por lo tanto cada separación y cada divorcio son diferentes. Creo que lo más importante en una pareja incluso si rompen es la comunicación y el respeto. Pese al hecho de renunciar al proyecto en común, eso debería estar presente. Demasiadas veces falta antes y después. Ahí entran los jueces.
Por otra parte cuando alguien decide ser padre/madre acepta una gran responsabilidad porque hay personas que dependen de ti. Eso debería tenerlo muy presente cualquier progenitor en un proceso de separación/divorcio. Aunque sea muchas veces una decisión personal (recuperar la libertad, autonomía, dejar atrás dinámicas negativas, etc.) no debe ser una decisión egoísta. Hay que tener presente a los hijos.
Mucho ánimo a todas las parejas que sufren, a las que deciden continuar y tratar de resolver sus problemas, a las que deciden romper y iniciar un nuevo camino por separado, y sobre todo a todos los niños, niñas y jóvenes que se ven afectado por los problemas de la relación de sus padres.
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Me ha emocionado tu comentario, tan inteligente, sincero y lleno de integridad, gracias, abrazos.
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Yo, si no hubiera existido el divorcio (recién estrenado en España), no estaría viva.
Mis dos hijos son felices desde hace 35 años.
Saludos
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Excelente, gracias, abrazos.
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Es que muchas veces la mejor solución es romper una mala relación. A día de hoy en muchas ocasiones separase es una solución muy valiente; pero muy dura a la vez. Muchas personas aguantan por miedo a la soledad y no se dan cuenta que en realidad toda la vida han llevado la carga familiar sin ayuda; y que el compañero de vida resta en vez de sumar.
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Tienes razón, pero es tan doloroso, gracias, besos desde Barcelona.
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Es muy Cierto en todo lo que dice. Muy interesante el tema. Me gusto mucho..
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Me alegro que te guste, un abrazo.
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Gracias.. abrazo.
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Es triste que hoy en día el divorcio sea el pan nuestro de cada día .. ❣️❣️
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Así es, pero…abrazos gloria.
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❣️❣️
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