
Cuando llueve en España, sobre todo en la ciudad todo es un caos, empezamos a fruncir el rostro…
Que si hay que coger el coche…
Que si los niños se van a mojar…
Que si ya podía llover de noche que no moleste…
Sin embargo ahora está diluviando aquí en una parte de Brasil y es difícil describir su hermosura, lo que hace que todo se mantenga verde, que los ríos se llenen y den vida a la tierra.
Cuando uno ve esto, ve la lluvia de otra manera.
Bebemos agradecer este regalo que nos “llueve del cielo”