Vivimos en un mundo próspero. ¿Te cuesta creerlo? La verdad es que algunos países tienen tanto dinero que no son capaces de gastarlo. Se calcula que, en el 2005, el producto mundial bruto (el valor total de los bienes y servicios producidos en todo el mundo en un año) superó los sesenta billones de dólares. Si esta cantidad astronómica se distribuyera entre todos los habitantes del planeta, cada uno recibiría unos 9.000 dólares. Y esta proporción aumenta de año en año.
Irónicamente, tal prosperidad no es tan global como cabría esperar. Una reciente publicación de las Naciones Unidas señala que la fortuna combinada de las tres personas más ricas del mundo supera la suma del producto interno bruto de los 48 países más pobres. Por otro lado, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo indica que 2.500 millones de personas subsisten con menos de 2 dólares al día. Cientos de millones están desnutridos y no disponen de agua potable limpia.
En Estados Unidos, los sociólogos están estudiando lo que ellos denominan el grupo de los “casi pobres”, compuesto por las personas con un elevado riesgo de caer en la pobreza. Pese a vivir en un país inmensamente rico, más de cincuenta millones de estadounidenses se encuentran en esa penosa situación.
Pero si por todo el mundo no dejan de entrar grandes cantidades de dinero en las arcas públicas y cuentas bancarias, ¿por qué cientos de millones de personas siguen en la miseria? ¿Por qué tienen tan pocas oportunidades de disfrutar de la creciente riqueza del mundo?
Ejemplo: Las tres personas más acaudaladas del mundo son más ricas que los 48 países más pobres
En una fábrica de ladrillos, los niños trabajan por 50 centavos al día
El Instituto de Australia, un organismo dedicado a la investigación, indica que durante el año 2004 los australianos tiraron comida por valor de 5.300 millones de dólares australianos (4.100 millones de dólares estadounidenses). Esta cifra es trece veces mayor que lo que el país donó a otras naciones en concepto de ayuda humanitaria en 2003. En total, los australianos despilfarran cada año más de 10.500 millones de dólares australianos (8.100 millones de dólares estadounidenses) en bienes y servicios que nunca o casi nunca utilizan. Esta cantidad supera lo que el país invierte en universidades y carreteras.
la desigualdad, por desgarcia, siempre ha habido y siempre la habrá.
empezando por cómo es cada persona, cada uno somos únicos
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Tienes razón, un abrazo.
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Lamentablemente este mundo esta lleno de desigualdad, y cada día la brecha entre ricos y pobres se hace mas grande. Dentro de esta problemática hay inmersos una cantidad de factores que es preciso analizar para proponer soluciones practicas. Podríamos empezar replanteando los sistemas económicos, la distribución del ingreso, acceso a salud y educación equitativos. Sin embargo esto no garantizaría que los recursos llegaran de manera justa a quienes lo necesitan; para que haya igualación como tu dices hay que trascender las fronteras de lo social e ir mas hacia el aspecto humano y espiritual.
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Tristemente es así, gracias.
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